"A medida que se prolonga la pandemia de Covid-19 y las restricciones de viaje establecidas para intentar contenerla, alrededor de 200.000 marinos mercantes están atrapados a bordo de los buques, violando el derecho internacional. Cada mes, los 100.000 marinos que deben ser relevados de sus funciones a bordo de los buques que transportan el 90% de las mercancías del mundo, están siendo abandonados por la comunidad internacional. Muchos de ellos llevan ya meses a bordo sin acceso a permisos de tierra, más allá de sus contratos originales. Esto no sólo contraviene la normativa marítima internacional establecida para proteger la vida, la salud y el bienestar de los marinos y evitar un desastre medioambiental, sino que supone una atroz violación masiva de los derechos humanos que hace temer por el trabajo forzado de esta mano de obra invisible.

Los organismos de la industria, incluyendo la Cámara Naviera Internacional (ICS) y el Grupo de Negociación Conjunta, así como el Secretario General de la ONU, la OIT y la OMI están de acuerdo con la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte, y apoyados por el Papa Francisco, en que al final de sus contratos, los marinos están fatigados física y/o mentalmente y no son aptos para desempeñar sus funciones con seguridad. La repatriación y el reemplazo es el único curso de acción responsable.

En mayo, en el contexto de la actual pandemia de Covid-19, un grupo de relatores especiales de la ONU señaló que "obligar a los trabajadores vulnerables con pocas opciones a soportar condiciones que los pongan en peligro, incluso desmantelando derechos laborales previamente establecidos, puede constituir una forma de trabajo forzoso según la OIT".